En el corazón del irreal y abrupto paisaje de la maravillosa Serranía de Ronda, de 40 Km. de diámetro, se encuentra esta piedra preciosa: una ciudad ubicada sobre un barranco de 120 metros de profundidad y unos 70 metros de anchura.
Nos adentramos por paisajes insospechados para descubrir la ciudad sobre la que el poeta Rainer Maria Rilke escribiera "He buscado por todas partes la ciudad soñada, y al fin la he encontrado en Ronda"....."No hay nada más inesperado en España que esta ciudad salvaje y montañera".
Puente Viejo de Ronda con la Puerta de Felipe V
Hasta la construcción del Puente Nuevo en el siglo XVIII fue llamado El Puente Nuevo, a partir de ahí empezó a denominarse "Puente Viejo". Ponía en comunicación a la ciudad con el incipiente barrio del Mercadillo.
En cuanto a su origen no se ponen de acuerdo los
distintos autores, ni hay ninguna documentación que lo aclare. Para algunos es
romano reconstruido por los árabes. La mayoría, sin embargo, se inclina a
considerarlo árabe. Lozano nos dice que fue construido en tiempos de
Amobelique, y Moreti añade que fue mejorado en la época de Mohamed III de
Granada, cuyo ministro era rondeño.
Puente Nuevo o Tajo de Ronda sobre el río Guadalevín es el emblema de la ciudad.
Hubo dos grandes proyectos para la realización de
esta obra. El primero del año 1.735, reinando Felipe V, que consistió en un
arco de 35 metros de diámetro, y cuyas obras duraron tan sólo 8 meses, pero que
resultó infructuoso pues seis años después se derrumbó, ocasionando la muerte a
unas 50 personas aproximadamente.
Pocos años más tarde comenzaron las obras, concretamente en 1751 y finalizaron en Mayo de 1793, coincidiendo con la celebración de la Real Feria de Mayo en Ronda. En total se invirtieron más de 40 años, estando al frente de las mismas el arquitecto D. José Martín de Aldehuela, natural del pueblo turolense de Manzanera.
Esta obra maestra de 98 metros de altura, construida en
sillares de piedra extraídos del fondo de la garganta del Tajo, permitió la conexión
del barrio moderno o del Mercadillo con el barrio antiguo de la ciudad y
posibilitó la expansión urbanística de la ciudad. Desde sus balcones, las
vistas de las casas colgando sobre el mismo borde del precipicio, son
espectaculares.